Shopify es un gestor de tiendas online que con el tiempo ha ido ganando popularidad, más desde que se inicio la pandemia y muchos comercios han tenido que dar el salto al mundo digital. Es una aplicación de tipo SaaS (Software como servicio) por lo cual para utilizarlo debes de pagar una mensualidad, que no es nada despreciable ya que aunque comienza con los 29 dolares mensuales este paquete se queda corto rápidamente ya que según ellos es indicado para tiendas que venden de manera ocasional online. A todo ello luego hay que añadirle un comisión por transacción que puede llegar al 2,4%.
Tal como publicitan todos los gestores de tienda online, prometen el paraíso y prácticamente no necesitas ayuda de nadie todo te lo puedes hacer tu mismo, pero la verdad es que no conozco ninguna tienda online que se gestione el propietario la tienda, en todos los casos tienen contratados una agencia con los cual los costes se disparan a medida que vas necesitando mayores características o potencia.
No es mi intención con este artículo desprestigiar o hablar mal de Shopify, Hoy en día casi todos los gestores de comercio electrónico cumplen bien su cometido y funcionan bien. El problema es que la gente cree que es una aplicación en la que no van a necesitar contratar gente experta y esto no es así, En algún caso me ha llegado trabajos de modificaciones sobre la plantilla y configuración por parte de una agencia, Lo cual quiere decir que muchas veces incluso debes de contratar gente que sea experta en la materia.
Es cierto que no te tienes que preocupar de la seguridad, hosting, mantenimiento, etc, pero de la misma forma lo puedes hacer con otras plataformas, solo debes delegar todo aquello de lo que no quieres y necesitas hacer tu mismo, al fin y al cabo si utilizas una agencia con shopify, esta aumentando los costes de manera significativa.
Luego por otra parte, aunque no se manifiesta en las etapas tempranas de tu tienda online, a la larga necesitas hacer bastantes personalizaciones en ella con lo cual las cosas se complican, ya que al ser una plataforma SaaS, no tienes el control de la misma y no puedes hacer ninguna modificación o añadir ninguna funcionalidad que no exista en su catalogo de módulos, solo es posible modificar la plantilla, y para ampliar las funcionalidades solo puedes utilizar alguno de los módulos que están disponibles en la tienda con el consiguiente coste mensual que pueda suponer.
En resumen
Usar Shopify no es malo en si, es una excelente plataforma consolidad y con cada vez una mayor red de agencias especializadas, pero a poco que vendas por un coste menor puedes utilizar una plataforma como WooCommerce donde obtendrás el mismo o mejor resultado siempre que cuentes con el apoyo de verdaderos profesionales. Por mi experiencia en más de 20 años en el sector, el fracaso de una plataforma como solución para un cliente no esta en la plataforma elegida, sino más bien en los profesionales elegidos para darte soporte. Cuanto más popular y sencilla es una plataforma, más gente con escasos conocimientos intenta venderte sus servicios.
Es por ello que lo importante es rodearte de unos buenos profesionales y dejarte asesorar, sin hacer mucho caso al ruido exterior que en la mayoría de las veces sus opiniones están fundamentadas por modas o falsas creencias.
Si estas pensando en crear una nueva tienda online o bien quieres dar el salto al mundo online y te ha gustado este artículo puedes concertar una sesión de consultoría gratuita aquí y despejar las dudas que tengas al respecto.